Esta vez han sido alrededor de 300 los jóvenes que han cruzado el vallado. Y lo han hecho por el mismo punto de siempre, aprovechando la zona de la vaguada, en un perímetro que además carece de personal.
De nuevo se han repetido las mismas escenas, de madrugada, por las calles de Ceuta. Grupos de subsaharianos que acudían al grito de Viva España o Boza hacia el CETI. Algunos pletóricos, otros en muy mal estado, pero todos ellos en la misma dirección. Desde el centro asomaban sus compatriotas para darles la bienvenida. Unidades de la Policía Nacional acudían al campamento para organizarlos a todos ellos. Eran las 4 de la madrugada
De nuevo se han repetido las mismas escenas, de madrugada, por las calles de Ceuta. Grupos de subsaharianos que acudían al grito de Viva España o Boza hacia el CETI. Algunos pletóricos, otros en muy mal estado, pero todos ellos en la misma dirección. Desde el centro asomaban sus compatriotas para darles la bienvenida. Unidades de la Policía Nacional acudían al campamento para organizarlos a todos ellos. Eran las 4 de la madrugada
Más de 300 subsaharianos logran entrar en la ciudad, tres días después del último salto a la valla
Cuando apenas han pasado 72 horas desde la entrada masiva de casi 500 personas por la zona de Sidi Ibrahim, la valla vuelve a ser testigo de una nueva entrada multitudinaria de otros 300 subsaharianos, que a esta hora ya se encuentran a las puertas del CETI controlados por seguridad y Policía Nacional.
Desde el interior del Centro de Estancia Temporal, les observan los que serán sus compañeros. Como el viernes pasado, los inmigrantes han llegado exhaustos pero visiblemente contentos y portando banderas de España.
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